La Sociedad Anónima Cros y el cargadero de Campañó

En este trabajo se hace una breve introducción a la historia de una empresa que durante muchos años estuvo ligada al ferrocarril en España, y particularmente en Galicia. 

Durante muchos años la connivencia entre el ferrocarril y la industria dificultaba distinguir hasta cierto punto quién había motivado al otro, especialmente en este país que no destacó por desarrollar un denso tejido industrial. 


Orígenes y desarrollo

La historia de esta compañía comienza en 1814 cuando Juan Francisco Cros, oriundo de Montpellier y asentado en Cataluña abre en la localidad de Sants, en aquel momento próxima a Barcelona y actualmente integrada en la ciudad, una fábrica de productos químicos que abastecía a la incipiente industria de la zona. 
El negocio tuvo bastante éxito gracias a la introducción de las cámaras de plomo para producir ácido sulfúrico, producto muy demandado en aquel momento y con el paso de los años el negocio fue diversificado dentro del sector químico.

En 1866 toma el mando de la pequeña empresa el nieto del fundador, Amadeu Cros que continúa en un primer momento con la linea general de la empresa. En 1872 se trasladan las instalaciones a la localidad de Badalona, que contaba con la cercanía del ferrocarril de Barcelona a Mataró. Los terrenos de la nueva fábrica se encontraban a pocos metros de esta línea y del mar, otro de los factores decisivos en el crecimiento de la empresa.
Anuncio de los años 20 en el que la firma publicitaba
 sus abonos. Fuente: Colección de Getty Images


Ambas vías de transporte jugaron un papel clave en el futuro desarrollo de la compañía.

A finales del siglo XIX la dirección en aquel momento de la empresa reorienta la producción y su línea de negocio.Se pasa de suministrar a la industria catalana a fabricar abonos para la agricultura a nivel nacional con nuevos productos como el "superfosfato". El negocio creció y la estructura de la empresa se adaptó a la mayor demanda abriendo almacenes de la compañía en ciudades como Albacete, Alicante, Bilbao, Granada, Motril, Sueca y Valencia. 
Debido al tamaño y al volumen de ventas en 1904 la anterior estructura de empresa familiar se convierte en Sociedad Anónima con un capital de 7.5 millones de pesetas distribuido en acciones de las cuales el máximo propietario era Amadeu Cros que mantuvo el cargo de Presidente de la empresa. En 1907 la nueva sociedad abre su segunda fábrica en Alicante, en 1908 una en Sevilla y en 1916 otra en Santander, el propósito era claro, crear centros de producción que acercasen sus productos a las zonas de consumo y minimizar los transportes de sus productos.

Vista parcial de la planta de O Burgo (A Coruña) inaugurada en 1932 
con un corte de vagones cerrados dentro del haz  interno de la empresa 
y una de las cintas transportadoras al patio de mineral. 
Fuente: Fondo Buxa.

Uno de los aspectos que hay que destacar es la vinculación de la empresa con el mar, llegando a contar con su propia naviera y una importante flota mercantes. Esta relación se inició por necesidad al garantizar un transporte barato y constante. Además el transporte de materiales fundamentalmente graneles, logra grandes reducciones de costes gracias a la economía de escala.

Con el estallido de la Gran Guerra y la consideración de España como país neutral hizo que las ventas de la compañía se disparasen al abastecer el mercado nacional casi sin competencia y a las ventas de abonos en el extranjero. El mercado español en aquella época estaba principalmente atendido por Cros y por la Unión Española de Explosivos (en adelante UEE) fundada en 1896 que aunque se encontraba especializada en explosivos también mantenía una linea de productos químicos.
Vista de la derivación de Cros en O Burgo en torno a los años 50.
Fuente: La Opinión de Coruña.
La situación entre guerras fue bastante buena para la sociedad Cros que no redujo sus beneficios al mantenerse la aplicación de los abonos fosfatados. En aquella época era una de las empresas destacadas de la Bolsa de Madrid. Con el comienzo de la Guerra Civil Española la dirección de la Sociedad se trasladó a Burgos quedando sus fábricas divididas entre los dos bandos, impidiendo el control y una producción normal y constante. Cuando la guerra finalizó en 1939 se retomó la producción que descendió vertiginosamente ante la escasez de materias primas y mano de obra. 

Durante los primeros años de la guerra hubo que hacer frente por un lado a los problemas derivados de la falta de actividad y mantenimiento en las instalaciones que quedaron en la zona republicana. Por otro lado se produjo una pérdida de capital humano, y se implantaron nuevos condicionantes; el gobierno debido a la escasez y en línea con su política autárquica intervino los mercados de muchos productos, entre ellos el abono, y estableció cupos para las materias primas, precios y producciones.

Como el sector de los abonos era crucial para la recuperación del sector agrario se implantaron unos cupos de producción altos, que en muchos casos fueron inalcanzables debido a los factores comentados y a la bajada de producción o compras mineras.  

Los precios altos impuestos de las escasas ventas mantuvieron los beneficios de la compañía aunque la recuperación fue lenta durante los años 40, existiendo incluso un mercado negro de fertilizantes en el que se llegó a condenar a la compañía por su fomento indirecto.
Vista aérea de la planta de O Burgo en la época del cierre (1990). 
Destacar la línea de baldes a la derecha entre los reactores y el 
almacén en intemperie de minerales. Fuente: IGN

En la posguerra la Sociedad Anónima Cros aumentó sus contactos con UEE, así en 1942 iniciaron planes conjuntos para optimizar sus recursos que acabaron fraguando en la creación de una sociedad conjunta llamada Proquiber (Productos Químicos Ibéricos), sociedad compartida entre las dos e iniciada para repartirse mercados y señalizar zonas de influencia.
Durante los años 50 la colaboración aumentó exponencialmente, en los 60 comenzaron los primeros planes de fusión de las dos compañías que no se materializaron por razones desconocidas de ambas direcciones de empresa. Este rechazo provocó indirectamente el abandono de la sociedad conjunta Proquiber. 

En 1969 UEE se fusionó con Explosivos Río Tinto (ERT) formando un grupo empresarial químico sensiblemente más grande que Cros. Esta fusión se vio aumentada debido a la adjudicación de la concesión de la refinería de Huelva al grupo ERT, lo que produjo un gran aumento de producción del que sería el principal competidor de la empresa. 

Tiempos de crisis

La fusión entre UEE y ERT supuso un duro golpe al ser el principal competidor y tener un tamaño muy superior, ya que el grupo que salió de la fusión se convirtió en el mas importante de España y llegando a quintuplicar la producción de Cros en aquella época.

En términos globales el sector de los abonos en España dejó de ser tan dinámico como en las décadas anteriores. El crecimiento del sector agrario se ralentizó aunque si que se prosiguió la normalización del uso de abonos para la mejora de las cosechas, sin embargo dentro de los planes de industrialización impulsados por el gobierno español a través del INI surgieron nuevas compañías centradas en la producción de abonos nitrogenados y que tenían como base inicial aprovechar la hulla y el coque desarrollado por la industria siderúrgica y de generación eléctrica. El aumento de producción de abonos nitrogenados y la introducción de abonos complejos no afectó directamente la producción de abonos fosfatados, aunque el aumento constante de capacidad productiva en todos los tipos de abono condujo hacia la colmatación del mercado. 

El desfase entre producción y consumo se vio agravado debido a la madurez tecnológica de muchas fábricas, unida a la utilización de equipos y sistemas de producción desfasados. La subida del precio del petróleo durante la crisis energética de los 70 contribuyó a agravar el problema al subir el precio de la nafta y por extensión del amoniaco, materia prima esencial para los abonos nitrogenados. 

Ante esta situación entre los 70 y 80 comienzan las comunicaciones entre diversas empresas del sector, preparándose un plan de reconversión. Al mismo tiempo ERT (que agrupaba a la misma y UEE) y S.A.Cros reanudan contactos para una posible fusión. En los 80 la reducción de beneficios por el comienzo de la crisis agraria hace que la deuda de ERT se disparase, así entre 1988 y 1989 se acelera la fusión entre ambas compañías apoyada por el gobierno resultando el grupo ERCROS.

Esta empresa desarrollaría una reestructuración de sus fábricas y redes de suministro, a su vez sería integrada dentro del grupo KIO al ser absorbida por Torraspapel en 1987 para posteriormente ser vendida en la crisis que desencadenó el final del grupo en 1992 y que entre otras consecuencias motivó la suspensión de pagos de ERCROS.

Delegación gallega

Vista actual del cargadero desde la aguja, de frente la
 antigua general, a la izquierda la derivación al silo
La organización interna de Cros seguía en parte la estructura jerárquica. En este sentido existía una dirección de la empresa ubicada en Barcelona, donde se encontraban las oficinas generales de la compañía y después existían las zonas comerciales. 
Cada zona comercial abastecía a un área determinada del país a través de la red de fábricas y almacenes del grupo en la zona, además de su propia red de comerciales y distribuidores que hacían de contacto con los clientes del sector agrícola. El contacto se estructuraba en oficinas situadas en los principales núcleos de población denominadas delegaciones comerciales. Estaban formadas  por 8 o 10 trabajadores que abarcaban cada zona y que gestionaban sus respectivos almacenes. Esta estructura formal corresponde con el típico modelo de especialización geográfica, muy abundante en empresas grandes con unidades de producción  físicamente dispersas como es el caso de esta empresa.

O Burgo - Santiago

En Galicia la sociedad contaba con dos centros de producción, uno en O Burgo, A Coruña que comenzó a fabricar en 1932 (con su propio apartadero ferroviario) sobre un relleno al borde de la ría. Estaba inicialmente dedicada a la producción de superfosfato de cal para su venta en el mercado agrícola gallego aunque la oferta fue ampliada posteriormente con la producción de ácido nítrico, clorhídrico y sulfúrico para la industria conservera, sulfato de cobre, sulfato de sodio, fluosilicatos, bisulfito sódico y diversos abonos compuestos. 
La producción del ácido sulfúrico necesario a su vez para los superfosfatos se hacía por medio del tostado de pirita en hornos. Posteriormente al año 1959 se implantó una planta para la fabricación de amoniaco dentro del recinto fabril.
Evolución temporal de la planta de O Burgo desde su inauguración
en 1932 hasta el último año en que los estadísticos son desagregados.
Fuente: Estadística Minera de España, varios años. Elaboración propia


También en la misma época el ayuntamiento de A Coruña autorizó la creación de una oficina de la compañía en la ciudad, con dirección en la Avenida de Linares Rivas nº 16-17.
En torno a 1935 la empresa ya contaba con más de 100 trabajadores en este centro productivo y amplió la gama de productos con el sulfato de cal. A partir de los 60 la producción se orientó a los abonos complejos y granulados, aunque también entró en el mercado de la industria conservera fabricando ácidos para Pebsa y Copiba. 

Las instalaciones dejaron de funcionar en 1990 dentro del marco general de crisis en el sector que provocó su inclusión en el plan de reconversión industrial. 

Elviña (A Coruña)

El proceso de consolidación de estas instalaciones comenzó en 1962 con la autorización a Fertiberia para la construcción de tres plantas destinadas a la producción de abonos nitrogenados. El plan continuó en 1963 con las expropiaciones de terrenos que alcanzaron 105600 metros cuadrados para la fábrica y su acceso desde Alfonso Molina. 

En 1966 comenzó la producción de amoniaco y abono nitrogenado en base a urea para Fertiberia (fundada y renombrada en 1962). El sistema productivo se basaba en la utilización de la nafta producida por la refinería de Petroliber en Coruña abierta unos años antes, para producir amoniaco que se distribuía a las plantas de Huelva y Castellón. Es de destacar que esta tecnología afectaría de forma importante la viabilidad de la fábrica cuando se produjo la subida del precio del combustible.
La fábrica fue vendida en 1975 a Cros dentro del plan de entrada de la compañía en el sector de los abonos nitrogenados. Sin embargo varios factores se combinaron para acabar cerrando antes de 1983, sin llegar a entrar en el plan de reconversión. 


Vista general de la planta de amoniaco, arriba las balsas y parte de la
 playa de vías interiores. Fuente: IGN.
En 1978 se instaló un apartadero que contaba con una vía general, otra de rebase y un culatón de seguridad, se encontraba en el kilómetro 1.498 del ramal de enlace entre las estaciones de A Coruña - San Cristóbal y San Diego. 

Los terrenos de la fábrica fueron transferidos a la Universidad de Coruña como parte del futuro campus universitario de la ciudad. En este sentido la planta fue derribada durante la preparación de la primera fase de urbanización después de 1991 y en su lugar se encuentran en la actualidad las facultades de Ingeniería de caminos, informática y las instalaciones deportivas del campus universitario de la ciudad.

Campañó (Pontevedra)

La segunda fábrica en Galicia, mas pequeña  y posterior pero bastante similar en cuanto a estilo arquitectónico fue ubicada en la parroquia de Campañó (Pontevedra) en un relleno sobre las marismas del río Rons. 

Los primeros contactos para la instalación de una planta en Pontevedra por parte de Proquiber se iniciaron en 1941 con la presentación de la solicitud de construcción en la Delegación de Industria. En aquella época Cros ya contaba con una oficina comercial en la ciudad y en este sentido la fábrica vendría a complementar la producción de Coruña abasteciendo al Sur de la comunidad. 
Los trabajos de construcción se iniciaron en 1951 y fueron realizados por la empresa constructora de Rodolfo Lamas, uno de los contratistas de la época en la ciudad de Pontevedra y alrededores. La planta no fue terminada hasta mediados de 1953 y las primeras pruebas de producción se realizaron en 1954.
En el mismo año fue inaugurada oficialmente y centrada en producir fertilizantes fosfatados y una pequeña cantidad abonos orgánicos.

Este trabajo se centra en el análisis del centro productivo de Pontevedra dejando para un posterior desarrollo la evolución más detallada de las fábricas de A Coruña.
Fotografía del vuelo interministerial donde se aprecia 
con claridad la distribuciónde la fábrica en la época, 
a destacar la línea de baldes, el edificio de reactores 
(centro) la nave principal y el ajardinamiento de la 

entrada. Fuente: IGN.

Está situado dentro del término municipal de Pontevedra, a escasos 4 kilómetros de la ciudad, en las denominadas como marismas de Alba, donde la Cros consiguió 25000 metros cuadrados de superficie tras drenar parcialmente las marismas salobres del río Rons y efectuar un relleno. Los terrenos lindaban por el Oeste con la antigua traza de la línea de Pontevedra a Vilagarcía que pasaba a escasos metros del reciento fabril, por el Sur y el Este se encuentran las citadas marismas que delimitan la parcela, y por el Norte se encontraba el acceso al recinto fabril, única zona de tierra compactada que tiene conexión con las carreteras de Vilagarcia y Santiago.

El apartadero se encontraba situado en el Pk 4 de la antigua línea a Vilagarcía (Carril) y tenía dos entradas, una por cada lado de la fábrica. Con el tiempo la adaptación de las instalaciones obligó a reformar el haz de vías interior de la fábrica. 

La planta contaba con una nave principal de planta rectangular donde se fabricaban y almacenaban los fertilizantes. La nave está formada por un cuerpo central que la recorre en toda su longitud y de altura superior al resto. El techo es una bóveda de cañón atirantada interiormente por la que en la actualidad puede circular un puente grúa. 
A una distancia regular se intercalan tres cuerpos de forma transversal, y altura desigual. El cuerpo situado más al Oeste del edificio alcanza la misma altura lateral que la nave central, sin embargo la cumbrera de su bóveda de cañón es más baja que la de la nave principal debido a la diferencia de diámetro. 
Este cuerpo se encuentra hueco y los laterales más estrechos no tienen pared al encontrarse actualmente colgados en estos huecos las bocas de descarga para cereal. 
Vista aérea de la fábrica, se aprecia en primer término la nave de 
almacenado del fertilizante y la antigua vía general. Detrás se

encuentran los reactores, línea de baldes y edificios auxiliares. 

Fuente: Faro de Vigo.

El segundo cuerpo siguiendo la nave es una reforma posterior hecha entre los años 50 y 70. Destaca por romper las líneas del diseño, es de planta rectangular, con un ancho de 12 metros y está intercalado de forma transversal, aunque su longitud es algo menor que la anchura total de la nave. Está rematado por un tejado a dos aguas con cumbrera perpendicular a la bóveda de cañón principal, obligando a cortarla para hacer el acuerdo entre ellas. En los laterales las bóvedas auxiliares fueron retiradas por no haber ancho suficiente.

El tercer cuerpo también se dispone de forma transversal y tiene un ancho mayor que el anterior (16 metros). La planta rectangular se alza hasta el borde de la nave central y la cubierta se resuelve a través de tres bóvedas de cañón perpendiculares a la principal. Estas finalizan en el borde con la bóveda principal sin llegar a realizar un acuerdo de cubiertas. 
Vista del vuelo de la costa con las instalaciones en
proceso de adaptación tras la compra por parte del
grupo Nogar. Ya se habían hecho los añadidos de
la nave principal y se trabaja en la adaptación del
edificio de los reactores. Los vagones que se aprecian
eran para el tráfico de pasta de papel. Fuente: IGN.


Bordeando la nave principal se encuentran dos galerías de altura inferior y que tienen un característico abovedado de cañón perpendicular y de pequeño diámetro, creando un efecto de crestas a ambos lado del edificio. A través de estos vanos en el lado Este se realizaba la entrada de los baldes aéreos con el fertilizante desde los reactores para su envasado y almacenado. Dentro de la nave principal hay constancia de que existió una linea de baldes de la cual no se conservan datos. 

De forma anexa existían otras edificaciones como almacenes y reactores, oficinas, viviendas del director, factor del apartadero, capataces, báscula, economato para trabajadores y laboratorios, pero muchos de estos edificios desaparecieron durante la adaptación del recinto para almacenar graneles sólidos. 
El recinto se cerraba con un muro de hormigón con pilotes y vanos intermedios macizos. Este muro no era perimetral sino que sólo separaba la zona de tierra firme del resto de la fábrica, principalmente la entrada y el lateral con la vía general. 

Elaboración propia a partir de varias fuentes. *La producción de 1963 se una cifra redondeada.
La fábrica estaba proyectada para producir inicialmente 20.000 toneladas de superfosfato de cal y 5.000 toneladas de abono orgánico. Sin embargo en vista de las estadísticas de producción y de la distancia temporal entre la presentación del proyecto inicial y su construcción, es probable que fuera redimensionada con posterioridad. 
Se mantuvo en producción hasta finales de los años 70, durante estos años las materias primas se encaminaban a través del puerto de Marín con acarreos hasta la fábrica en camión por no disponer éste de conexión férrea. Los productos terminados en cambio se transportaban en tren y también a través del puerto.

El ambiente de gran competitividad existente en el mercado de los abonos en España, que provocó su saturación, especialmente en la segunda mitad de la década de los 60 y 70 acabó con la producción de la fábrica al haber un claro excedente de producción y ser la planta más pequeña del grupo en Galicia.  

En 1976 nace la empresa "Complejo Industrial de Campañó Sociedad Anónima"  en sus siglas CICASA que se haría con las instalaciones fabriles. Esta empresa satélite del grupo Ceferino Nogueira el cual cuenta con gran tradición mercantil en el vecino puerto de Marín acometió una serie de reformas, entre las cuales destacamos la construcción de un gran almacén cubierto aprovechando la nave principal para la utilización de las instalaciones como punto logístico en el transporte de cereal para la empresa Coren.  

Reformas de CICASA

Las modificaciones realizadas sobre las estructuras merecen un capítulo a parte del resto de la instalación. 

Estas consistieron en la desmantelación de parte de los equipos anteriores, en este sentido se retiraron los reactores, conductos y sistema de transporte por baldes. Todas las torres de hormigón pretensado menos una, que se había levantado para guiar el sistema de baldes fueron demolidas y sus escombros fueron retirados años más tarde para permitir el apilado de madera de eucalipto para Ence. 
Vista de la insercción de la nueva nave entre el 
antiguo almacén y la zona de reactores. Fuente: IGN


Las naves fueron ampliadas e integradas dentro del nuevo complejo o demolidas. Una de las naves que se situaba al Sur del edificio principal fue demolido y sustituido por una nueva explanada como parte de la nueva entrada al recinto.

La entrada tradicional de la fábrica dejó de utilizarse en favor de un camino paralelo a la traza de la AP-9 y que desemboca en las proximidades del polígono comercial de Campañó. En la entrada se colocaron una garita para vigilancia y el control de la báscula. 

La zona de reactores fue integrada en una nueva nave que posteriormente se acabó uniendo con la nave principal generando un espacio diáfano aunque muy heterogéneo en su cubierta. 

El edificio de oficinas se reformó y habilitó como archivo mientras que el depósito de agua se utilizó para el sistema contra incendios de la nave, construyendo una tubería en voladizo hasta el techo de la nave. 

Las viviendas y laboratorios se mantuvieron en abandono al no tener ninguna nueva función en el complejo. 

Posteriormente la nave se volvió a ampliar en longitud hacia el edificio de oficinas haciendo desaparecer los edificios que se encontraban en esta zona intermedia. 
El complejo tras la reforma, gran parte del espacio ha sido ocupado 
con la estructura de naves para cereal. Fuente: Grupo Nogar.

La nave principal recibió una ampliación en su lado de la vía general aprovechando el espacio existente en esa banda. Consistió en la creación de una galería cerrada con estructura de hormigón y tejado a un agua forrada de chapa metálica y pintada de blanco. La altura era inferior a la del abovedado bajo lateral ya descrito. Del lado contrario la calle de separación con la zona de reactores se ocupó con una nave de cerchas de hormigón y tejado a dos aguas. Esta nave posteriormente se comunicó con los edificios de los reactores y se volvió a ampliar hacia el Este, haciendo desaparecer un nuevo conjunto de naves y una edificación aislada de función desconocida.

Apartadero ferroviario

El apartadero  que prestaba servicio a estas instalaciones estuvo compartido casi desde el inicio por tres empresas, la principal era la sociedad Cros titular de las instalaciones, además también compartieron la derivación la Unión Española de Explosivos (en adelante UEE)y Proquiber ya en sus últimos años. Esta última compañía había sido creada en 1942 de forma conjunta entre Cross y UEE.
Vista de la zona Norte con la reforma más avanzada.
Los vagones se encuentran sobre la antigua vía 
general a Vilagarcía. Fuente: IGN.


Se encontraba en plena vía general y contaba dos haces de agujas, en el lado Norte y Sur de la fábrica lo que facilitaba las maniobras y los movimientos hacia la estación de Pontevedra. 
Por el lado Norte había una aguja en la vía general cuya cabeza estaba a pocos metros del paso a nivel del camino de acceso a la fábrica. Dentro se bifurcaba en tres vías de las cuales la más cercana a la general se internaba en la nave principal por la galería de pequeñas bóvedas de cañón. Las otras dos se encaminaban hacia la parte trasera de la fábrica de forma paralela por la calle interna entre la nave principal y los reactores. En la mitad aproximadamente se cruzaban con la estructura de hormigón pretensado que permitía la entrada de la línea de baldes entre los reactores y la nave de almacenado. 

Pasadas las naves accedían al patio Sur donde morían en dos toperas en el extremo de los terrenos. A la altura de la fachada Sur de la nave de almacenamiento existían unas agujas de escape que conectaban la vía más cercana a la nave con la que pasaba por su interior. También había otro par de agujas antes que conectaban en sentido contrario las dos vías de topera.
Vista de la salida Sur con el muelle elevado que se
improvisó para la carga de pasta de papel. Fuente:
IGN.


Esta disposición de vías fue modificada tras la reforma de Nogar. Las dos vías en topera pasaron a desarrollarse por dentro de la nave de almacén que se construyó y a la salida de ésta se abandonaron los tramos en topera. En consecuencia la tercera vía del almacén, la más abierta y cercana a los reactores dejó de tener salida y se utilizó como vía muerta.

Otro hecho importante que vino a cambiar la configuración y uso del apartadero vino con el proyecto de reforma ferroviaria en Pontevedra.
Por diversos motivos analizados en otros trabajos se decidió en la segunda parte de los años 50 la sustitución de la estación de Pontevedra, la idea era ubicarla en terrenos alejados del centro urbano debido a:
  • Falta de espacio existente para estacionamiento de composiciones.
  • Limitaciones para el tráfico de mercancías por falta de espacio.
  • Problemas en la circulación viaria al atravesar la línea varios pasos a nivel con intenso uso.
  • Solucionar el problema de acceso a la estación de la línea proyectada hasta el puerto y villa de Marín. 
Locomotora 333 empujando las tolvas hacia el apartadero, a la
izquierda la general Pontevedra- Vilagarcia, a la derecha el culatón
y al fondo el depósito de la antigua fábrica. Foto de Juan Carlos
Martín Otero.
Aunque el ferrocarril no llegó en aquella época a Marín, como veremos, si que se produjo el cambio de estación. Esta nueva estación conllevaba la ejecución de una variante al trazado antiguo por la ciudad y permitir la conexión con el Norte de Galicia. La variante enlazaría con la antigua línea general al Norte de las instalaciones de Cross en Campañó  tras un recorrido de 5 kilómetros desde la nueva estación, por lo que la derivación pasaría a encontrarse en un fondo de saco con salida sólo hacia Santiago. 

La variante fue inaugurada con la nueva estación en 1966 y las instalaciones anteriores desmontadas. La antigua vía general fue desmontada menos un tramo de 1000 metros aproximadamente que se utilizó a partir de entonces como parte de la derivación. La vía general se pasó a utilizar para estacionar material y hacer maniobras como parte del resto de las instalaciones. 

Vista de la conexión del silo con el Redondela-Santiago.
A espaldas del fotógrafo se encontraba el puesto que
controlaba la derivación. Foto de Juan Carlos Martín Otero
Debido a los movimientos que se debían hacer entre la estación de Pontevedra y el cargadero se instaló una caseta dotada de comunicación telefónica con el gabinete de circulación de la estación de Pontevedra que sería quién autorizase la salida de los convoyes desde ambos puntos. Esta estructura se mantendría después del abandono de la Cross y el uso por parte de Nogar de las instalaciones. 

La utilización del bloqueo telefónico hacía que no hiciese falta la instalación de una señal de salida en el ramal de enlace con la variante, aunque la aguja del culatón y la de entrada debían estar obligatoriamente colocadas hacia la vía directa. 

En la conexión con la línea general se instaló una vía de culatón para evitar invasiones accidentales de la vía general, operado por una marmita de accionamiento manual, como el resto de las agujas del apartadero. En la vía general sentido Santiago se colocaron una señal de avanzada y una señal de cantón antes de la aguja de carácter no permisivo. Posteriormente se encontraban otra señal de cantón y el conjunto de avanzada - entrada de la estación de Pontevedra. 

Etapa de Nogar

Tras las reformas realizadas por la empresa en las instalaciones, comenzaron a utilizarse como punto logístico para servicio de varias empresas industriales de la zona que utilizan los servicios de consignación del grupo a través del puerto de Marín. 

Detalle de la descarga en el apartadero con un tornillo
sin fin. Años 90. Foto de Juan Carlos Martín Otero.
La nave se utilizó para el almacenamiento de cereal con origen y destino el puerto de Marín. En este sentido hubo operaciones de descarga de cereal a través de un foso con un tornillo sin fin acoplado que se colocó en una de las vías. Estos tráficos tenían orígenes en Castilla, Andalucía y en ocasiones Francia. Era muy puntual y dependían en última instancia de la campaña de cereal en el resto de la Península. 

El tráfico principal de cereal que se operó era en sentido inverso, cereal de importación principalmente americano y de Europa del Este para abastecimiento de las industrias del grupo Coren. A tal efecto la empresa disponía desde el año 1983 de un silo con zona de descarga en Taboadela (Ourense). 
Este servicio se realizaba con composiciones de 15 vagones tolva de diversos tipos y compañías de vagones privadas (Renfe, Sucran, Metransa, Ivexa, Sesostris...etc.)
Los vagones se cargaban en el interior de la nave con maíz, aunque en ocasiones se realizaron transportes mixtos con otros cereales con mismo destino. 


Visión de la zona interior del cargadero con una locomotora haciendo 
maniobras. También se observa la vivienda del factor de circulación.
Foto de Juan Carlos Martín Otero.
Este tren marchaba como maniobra entre la estación y el apartadero, teniéndose que bloquear el cantón hasta Portela. La locomotora circulaba en cabeza y una vez rebasada la aguja entraba empujando el tren al apartadero hasta estacionarlo en la antigua vía general. Posteriormente desacoplaba y entraba en la nave para recoger el corte cargado en el interior. Tras una maniobra de acople de las tolvas cargadas por cola se movían éstas de vía y se esperaba la autorización de salida de Pontevedra para salir  empujando con el especialista de la maniobra en el último vagón hacia Pontevedra. Este transporte fue regular hasta la inauguración del ramal al puerto de Marín en el año 2002. 

Con posterioridad a este año la empresa encargada de la carga, Cererail que forma parte del grupo Nogar, fue trasladando paulatinamente su actividad a los muelles ya que desde ellos se realizaba la carga y facturación de los vagones. El apartadero de Campañó dejó de ser utilizado en torno a 2008.

Otras mercancías que se trasladaron desde esta plataforma logística fueron la madera en rollo y corteza de eucalipto para Ence, también para esta empresa se utilizó incialmente el apartadero como vía de transporte de la pasta de papel producida en la fábrica de Lourizán hasta su planta de Miranda de Ebro (Burgos). 

En la actualidad el recinto no cuenta con conexión a la red ferroviaria ya que ésta fue levantada en torno a 2013 al igual que la vía de acceso para acceder a las obras del Eje Atlantico de Alta Velocidad. Adif llegó a ofrecer la instalación de una nueva conexión pero la empresa declinó la oferta al no utilizar las instalaciones desde hacía años. 

Agradecimientos
Este articulo está dedicado especialmente a Juan Carlos Martín Otero por su aporte fotográfico y por su inestimable ayuda a la hora de aportar información y corregir los contenidos de esta entrada. 

Notas
Durante la realización de este trabajo se apreció la dualidad del apellido Cross y Cros en diversas fuentes, el origen de este cambio pudo ser una adaptación del apellido francés original de la familia al español. La decisión tomada ha sido conservar el apellido más ampliamente usado en España. 

La fabricación de productos químicos en el centro de O Burgo no comprende todos los años de actividad de la fábrica debido a la agregación de los datos estadísticos. A partir de 1957 las estadísticas sólo muestran las producciones de cada compuesto químico a escala nacional. 

Debido a la falta de información sobre la etapa de la fábrica de Campañó durante la explotación de Cross la mayor parte de información proviene de la comparación de los vuelos fotogramétricos. 

Diversas fuentes concuerdan en que el inicio de la actividad en las instalaciones de Pontevedra se remonta a 1954, sin embargo las producciones no se consignan en las estadísticas mineras y metalúrgicas hasta los años 1956 y 1957 (véase el caso de la fábrica de O Burgo). Además no existe consenso sobre la fecha de cierre, la fábrica con figura en el plan de reconversión del sector de fertilizantes, sin embargo se infiere que en 1987 se mantenía en producción. 

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